miércoles, 22 de enero de 2014

Caricias inexistentes sobre piel dura de caballo...

 Buenas noches queridos Pitufines:

Albert Espinosa.
Albert Espinosa es de ese tipo de personas que despierta sentimientos totalmente contrarios en los que leen sus libros: o lo quieres o lo odias.

En lo referente a su forma de escribir es cierto que es muy simple,  puedes encontrar puntos suspensivos en casi todas sus páginas (cosa que de vez en cuando desquicia), utiliza frases muy cortas… pero la sencillez, esa sencillez es la que engancha a los que lo adoran.
No hace falta usar palabras complicadas o frases enrevesadas para llegarte al corazón o hacerte pensar.

Durante estas dos semanas posiblemente comente más de un libro de Albert Espinosa (aunque ya lo haya hecho anteriormente), pero como  ya dije el otro día, estoy en un club de lectura, y para nuestra próxima reunión hemos decidido leer toda la obra de Albert Espinosa.

En este caso os voy a hablar de “Brújulas que buscan sonrisas perdidas”: su cuarto libro.

He leído varias opiniones por Internet y, sobre todo una, me ha llamado mucho la atención hasta llegar a provocarme una gran carcajada y eso que en el fondo lo está dejando a la altura del betún, pero es que si te pones a pensar, en cierto modo tiene parte de razón.



Ekaitz es el segundo de cuatro hermanos, hermanos que adoran a su madre y sin embargo sienten un gran respeto e incluso temor, hacia su padre. En el lecho de muerte de su madre, Ekaitz le promete que cuidaría de su padre y es ahora, pese al odio que siente hacia él, cuando tiene que saldar su deuda.
Su padre es un director de cine que estaba tan ocupado amando su trabajo que no le prestó a sus hijos toda la atención que necesitaron y eso es algo que nuca podrán olvidar. Sin embargo, ahora es un pobre hombre desvalido que lucha cada día contra el cáncer y el alzhéimer.

Cuando llega a casa de su padre para cuidarle (casa que vio nacer a todos y cada uno de sus hermanos)  le confunde con un compañero suyo del mundo del cine y le propone rodar juntos una película.

Es a partir de este instante cuando empezamos a conocer a Ekaitz: un hombre que perdió a su mujer en un accidente de tráfico y le dejó con dos niñas gemelas; un hombre que no se habla con sus hermanos; un hombre con un gran amor hacia su madre; un hombre enfermo y con inseguridades...

Como libro me ha gustado, no lo puedo evitar, pero sí que es cierto que cansa un poco que siempre tenga que haber alguien enfermo. En este en concreto hay 6 personas enfermas de las cuales algunas mueren a causa de la enfermedad que padecen, otras, como  la mujer de Ekaitz, que muere en un accidente de tráfico y así sucesivamente. Pero bueno, ahí está siempre Albert con sus dosis de positivismo y viendo el lado bueno de todo porque como dice el refrán “no hay feria mala: lo que uno pierde otro lo gana”

Me gustaría comentar varios puntos pero de hacerlo aquí estaría destripando gran parte del libro, así que me lo guardaré para le reunión y, si es menester, más tarde publicaré las reflexiones sobre su obra en otro post.

Y ahora os dejo con un par de frasecillas de esas que hacen que sepas que se trata de Albert Espinosa:

“Ella, de broma, nos decía que caer era normal. Decía que éramos sacos de patatas… Que los humanos éramos sacos de patatas de cincuenta, sesenta o noventa kilos que caminábamos sobre plataformas extrañas… Pero que los sacos de patatas no se conformaban con caminar bien sin caer, sino que además llevaban bolsos en las manos, ropa, objetos y complementos en la cabeza… Y hablaban, gritaban, discutían, miraban hacia otro sitio e incluso se enamoraban…  ¿Cómo querían que no nos cayéramos?”

“Continúo pensando que  los  amores no correspondidos son la droga natural más potente del mundo.  Tanto para los que lo practican  como por el fruto del amor no correspondido… Todos acaban siempre sufriendo, pero se acaba cayendo en sus redes.

Hay una épica difícil de explicar. Se sufre, se intenta, se sufre, se prueba… ¿Qué te hace desear alguien con tantas ganas cuando sabes que no te quiere? Y si lo has sentido, si te has sentido deseado y lo has rechazado, ¿por qué deseas a alguien que sabes que no te corresponderá?”

Sin lugar a dudas, Albert es una persona que no deja indiferente a nadie y quizás eso es lo que le hace especial, que tanto para bien como para mal, no deja indiferente a nadie que haya tenido alguna vez uno de sus libros entre las manos.

¡Nos Pitufamos!

2 comentarios:

Miri dijo...

No puedo comentarte porque no puedo leerte. Mañana voy a la biblioteca a por este libro. Al paso que voy, me voy a leer los dos que me quedan este finde! En fin, volveré aquí a comentarte cuando lo haya leído.

Miri dijo...

Ayer lo terminé y, aunque me gustó, tampoco lo considero muy allá. No he encontrado nada que supere a "Si tú me dices ven..". En fin, en pocas horas lo comentaremos más y mejor. Por cierto, una vez leído, he leído también el post que me pasaste.... me parto jajajajajaja me veo mañana la tertulia por ahí xD

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