lunes, 6 de octubre de 2014

Pituferos Viajeros en las Lagunas de Ruidera

Buenas tardes queridos Pitufines:

Bienvenidos a una nueva entrega de Pituferos viajeros. Hoy: Lagunas de Ruidera (leer a lo "Testimonios" de la Hora Chanante)

Pues bien, esta vez nos hemos adentrado en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, ubicado en el Alto Valle del río Guadiana y sirve de límite provincial entre Ciudad Real y Albacete.
El parque natural está compuesto de 15 lagunas que conectan unas con otras a través de caídas de agua y cascadas. Además, es una buena zona para realizar actividades acuáticas como piragüismo, buceo, o simplemente darte un baño en sus aguas cristalinas después de haber disfrutado antes de una buena ruta que se puede realizar andando, en bici, a caballo...

A eso de las diez de la mañana, después de unas dos horas y media de viaje, llegamos a Ruidera y nada más llegar al final del pueblo, doblas a la izquierda y cuando giras la cabeza hacia la izquierda te encuentras con una inmensa laguna que se llama La Laguna del Rey.












Seguidamente llegamos a la gran Laguna Colgada que, seguramente, sea la laguna más grande de las 15 que comprenden el parque natural.


Me encanta el rastro de los patos en la laguna ^^

























Pasamos la Laguna Batana, Santomorcillo, Salvadora, Lengua hasta llegar a la Redondilla donde se puede hacer una ruta de senderimos apta para todos los públicas que se llama "La ruta del Quijote". Por falta de tiempo solamente pudimos hacer un trocito pero eso significa que habrá un segundo viaje para hacerlo entero.



















Y después de hacer una parada para comer en un restaurante con vistas a las lagunas y coger fuerzas, continuamos con nuestra visita por las lagunas y alrededores y la siguiente parada fue El Castillo y embalse de Peñarroya situado en Argamasilla de Alba.
Se trata de un castillo del siglo XII de origen musulmán que, según una crónica manchega de Don Ramón Antequera Bellón (o wikipedia en este caso), el capitán Alonso Pérez de Sanabria les arrebató.
A raíz de la toma de la fortaleza se encontró la inagen de Nuestra Señora de Peñarroya, que es venerada desde entonces por los vecinos de Argamasilla, que tienen en ella su Patrona.
Tras la Reconquista, formó parte de la Orden Militar de San Juan en 1215.
¡Qué bien copio de la wikipedia! XD








 Embalse de Peñarroya visto desde el Castillo







Nuestra Señora de Peñarroya



















Ya de vuelta a Ruidera pasamos por "3 lagunas más", que no es ni más ni menos que lo que dice: tres lagunas más. Para estas tres lagunas el acceso es más complicado ya que está rodeado de cañas.
Pero tras ver las "3 lagunas más", en lugar de ir a Ruidera volvimos a la Laguna Colgada para visitar la Isla.
Es una pequeña isla a la que se puede pasar cruzando un puente de madera que no sé cómo sigue en pie y donde se pueden ver las lagunas desde otra perspectiva y sin el agobio de la gente ya que es una zona que se nota que es menos transitada por los turistas.







El puente que hay que cruzar para llegar a La Isla. Crujidos al pasar por él, grietas, tablones rotos... total seguridad XD
























Al día siguiente nos despedimos de las lagunas desde el Mirador del Rey...

















...para darle de comer a los patos y visitar La Laguna Blanca. Se llama así por el color que tiene cuando no lleva agua. En esta ocasión pudimos verla con agua. Es más, parece ser que fuimos en buena época porque hacía mucho tiempo que las lagunas no tenían tanta agua así que es un buen momento para visitarlas tanto si ya habéis estado ahí como si no.







Esta Pitufa está obsesionada con los patos y con dar de comer a los animales. Los patos no fueron los únicos que disfrutaron de un buen trozo de pan. Unos pececillos que yo me sé lo hicieron el día de antes
















Y como todo viaje, llegó a su fin. Pero antes pasamos por varios pueblos de alrededor:

Villahermosa
































Villanueva de los Infantes




















Y colorín colorado, el viaje por las Lagunas de Ruidera ha acabado.

Hay una cosa que me llamó mucho la atención y es el respeto con el que protegen y cuidan de ese pequeño oasis de agua y vegetación. Zonas cercadas y vigiladas para que la gente no salte las vallas y haga lo que no tiene que hacer, que es pisar la vegetación y ensuciar la naturaleza que es lo más bonito que tenemos en este planeta y nos estamos cargando poco a poco porque el ser humano es así: el ser más despiadado y peligroso que ha pisado la tierra y sin el más mínimo escrúpulo que lo único que hace es arrasar con todo lo que hay a su alrededor sin pensar que lo que está eliminando es una especie vegetal en peligro de extinción. Pero pese a la vigilancia que hay no es raro encontrarte latas de bebida o pañuelos porque la gente es así.

Y antes de despedirme he de aclarar que no estuve sola en este pequeño viaje. Por el camino me encontré con dos personajes la mar de curiosos que me contaron una historia que, algún día, os la transmitiré a vosotros.




Bonita foto de familia, ¿verdad?

¡Nos Pitufamos!