¿Dónde te escondes?

Buenas pre-tardes querido Pitufines:

Y sigamos hablando de libros. Esta vez he cambiado un poco el registro y he ido hacia la intriga y la novela policíaca

Como me ha pasado en otras ocasiones, este ha sido un libro de transición, de esos libros que tienes en la estantería pero nunca encuentras el momento para cogerlo y disfrutar de su lectura… hasta que lo encuentras.

¿Dónde te escondes? Mary Higgins Clarck cuenta al inicio del libro que le llevó a escribirlo. En su caso fue que leyó una noticia en un periódico sobre un estudiante que desapareció hace ya casi 40 años y que todos los años, más o menos, llama a su madre para decirle que está bien pero sin más detalles. De esta forma su madre, ya una anciana, sigue manteniendo la esperanza de que su hijo sigue con vida.

Por lo que es a partir de esta noticia cuando Mary Higgins se plantea ponerse manos a la obra y escribir esta novela.

“Hace diez años de la desaparición de Mack pero cada año llama el día de la madre para decirle que le quiere. Cada  año su madre y toda la familia espera con ansia esa llamada ya que les hace seguir con la esperanza de que Mack sigue con vida y con la intriga de no saber el porqué desapareció y porqué no quiere o no puede volver a casa.

Cansada de no saber más de él que la llamada que efectúa cada año, Carolyn, su hermana pequeña, decide reanudar la búsqueda y para ello ponerse en contacto con los viejos amigos, compañeros de piso de Mack y detectives que en su día llevaron el caso pero que ahora se niegan a colaborar en la investigación.

Pero todo cambia cuando desaparece una chica y los investigadores deciden abrir el caso de nuevo ya que tienen, como principal sospechoso del secuestro, a Mack”

No soy muy aficionada a las novelas de intriga y policíacas, pero he de admitir que Mary ha conseguido su objetivo de mantenerme intrigada desde el principio. La autora deja entrever en los primeros capítulos rasgos de los personajes que van a formar parte de la historia haciendo que tú misma vayas uniendo cabos y formando tu propia opinión. Pero para eso está ella, para desmontar toda idea que puedas llegar a concebir y con sus menos de 300 páginas conseguir que estés enganchada a la historia.

Entretenida, engancha, lectura amena gracias a que los capítulos son muy cortitos…

Si os gusta este género, os lo recomiendo y si nunca habéis leído nada de este estilo, nunca es tarde para abrirse a nuevos géneros literarios

¡Nos Pitufamos!

Buenas noches queridos Pitufines:






Y borro todo lo que escribo porque me duele el simple hecho de sentirlo






¡Nos Pitufamos!

Íntimos y dolorosos...

Buenas tardes casi noches queridos Pitufines:

Me apetece poner un fragmento de "El temor de un hombre sabio"

Creo que cualquier Pitufo puede sentirse identificado con estas palabras

"En su Teofanía, Teccam habla de los secretos y los llama "tesoros dolorosos de la mente". Explica que lo que la mayoría de la gente considera secretos no lo son en realidad. 

Los misterios, por ejemplo, no son secretos. Tampoco lo son los hechos poco conocidos ni las verdades olvidadas. 

Un secreto, explica Teccam, es un conocimiento cierto activamente ocultado.

Los filósofos llevan siglos cuestionando su definición. Señalan los problemas lógicos, las lagunas, las excepciones. Pero en todo este tiempo ninguno ha conseguido presentar una definición mejor. Quizá eso nos aporte más información que todas las objeciones juntas.

En un capítulo posterior, menos conocido y menos discutido, Teccam expone que existen dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón.

La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto en la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan hasta presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes.

Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuánto más se los guarda, más pesados se vuelven.

Teccam sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Tragamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene.

Los filósofos modernos desprecian a Teccam, pero son buitres picoteando los huesos de un gigante. Cuestionad cuanto queráis: Teccam entendía la forma del mundo."

¡Nos pitufamos!

¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único?

Buenas pre-tardes queridos Pitufines

Cuando terminé de leer “¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único?”, lo primero que pensé fue: ¿Qué se ha fumado este tío?

Esta es la primera novela de Santi Balmes, el cantante de Love of Lesbian, y, seguramente, no sea la última.

¿Qué me llevó a querer que este libro acompañase a los que ya tengo en la estantería? Lo primero fue: “¡¡Ostras!! El cantante de Love of lesbian ha escrito una novela!!” Y cuando vi la portada y el título… fue inevitable, tenía que ser para mí

Así que, como regalo de cumpleaños, esta  rayada de libro fue a parar a las garras de esta Pitufa.

Nuestro protagonista, Fernando Obs, cliente asiduo del bar Año Sacro, dirige, junto a su hermano Austin, su propia discográfica, la cual cuenta con un  gran número de fracasos a su espalda.

Y es en este bar donde se encuentra con un fan (Barry Lete) de su padre, un niño prodigio del que nadie se acuerda.

Así que en ese momento y a través del psiquiatra al que le cuenta sus neuras Barry Lete, emprende el proyecto de contarle la historia de su padre para escribir un libro sobre Constancito Obs, el niño prodigio.

Romance, escenas explícitas de sexo, drogas,  alienígenas, personajes freaks, nazis, firmas discográficas… Todo esto y más puedes encontrar en las 400 páginas que conforman este libro y todo ello con las ilustraciones de Ricardo Cavolo.

Pero no sólo se trata de echarse unas risas, sino que entre carcajada y carcajada queda implícito una crítica hacia las compañías discográficas en las que queda patente que lo que importa es vender y, sobre todo, exprimir al máximo la capacidad creativa de las personas con el fin de lucrarse sin importar nada más.

Si te gustan las idas de olla que llegan hasta límites insospechables y más allá, tienes que leer este libro en el que las risas están aseguradas y expresiones tales como “¡No puede ser!” o ¡A este hombre se le va la pinza!” salen continuamente de la boca.

¡Nos Pitufamos!