martes, 18 de febrero de 2014

Lo que Doctor Who ha unido que no lo separe nadie

Buenas pre-tardes queridos Pitufines:

Como ya os conté hace ya unos cuantos post, esta Pitufa ha sufrido un enganche importante a la gran serie Doctor Who.
Cada vez estoy más convencida de que elegí el momento idóneo para comenzar a verla ya que desde entonces han cambiado cosas y lo mejor, han sucedido acontecimientos y en el futuro sucederán más.

Y ese acontecimiento se dió el sábado pasado en una bar que se encuentra en tierras alicantinas, a las afueras de mi pequeña seta XD.

Cuando decidieron crear el evento creo que los organizadores no tenían ni idea de las que se le iba a venir encima porque fue un auténtico éxito.
Ya en la calle, mientras hacíamos cola, se podía palpar en el ambiente que la gente tenía muchas ganas de que se hiciese un evento así.
Mirabas a un lado y a otro y te encontrabas con Tennants, Matt Ssmiths, Tom Baker... los había que hacían su particular homenaje a base de camisetas, Tardis y muchas cosas más.

Una vez que entramos y pusimos el huevo comenzamos con la visualización del serial "Genesis of the Daleks" del cuarto doctor.
En el momento en que sonó la intro todo el mundo se puso a aplaudir emocionado y lo cierto es que no era para menos puesto que nos encontrábamos ante un episodio mítico en el que el Doctor y sus acompañantes aterrizan en Skaro para vivir el momento en el que los Daleks se vuelven malos malosos (aunque para mí siempre serán seres adorables).
No había visto nada del cuarto Doctor pero ahora entiendo porqué se dice que es el mejor de todos y es que detrás de ese semblante serio se esconde un Doctor con un peculiar sentido del humor que hizo que toda la sala soltase grandes carcajadas.
Viendo episodios como éste te das cuenta de cómo ha cambiado el mundo de la ciencia ficción y eso hace que sea tan entrañable.
Hubo varios momentos que hizo que estallásemos en carcajadas como cuando Sahra Jane tiene que dar el salto de su vida (seguro que en ese momento estaba viendo pasar su vida en diapositivas) y que acaba siendo un salto cutre a lo Chiquito de la Calzada. Pero sin lugar a dudas, si algo se tiene que llevar la palma son los botones.
Ese pedazo de botón rojo que si lo presionabas acabaría con todo. Pero eso sí, el botón te dejaba bien clarito que si lo pulsabas la destrucción sería inminente. Por no hablar de esos dos botones con los cuales te debatías entre el fuego o la destrucción.
Hubo muchas risas con el tema de los botones pero gracias a ese detalle más tarde entenderíamos algunas cosas.

Una vez terminó el episodio y después de hacer un descanso, volvimos a nuestro sitio para ver el especial del 50 aniversario. Aysssss, cada vez que recuerdo que el día que se emitió ese episodio fue cuando comencé a ver esta maravillosa serie. Nunca he agradecido tanto quedarme un sábado por la noche en casa abandonada de la mano del Dios Pitufo.

La visualización del especial del 50 Aniversario será algo que los allí presentes tendremos siempre en nuestra memoria ya que fué algo épico.
Ese momento en el que aparece la intro y sale el nombre de David Tennat y toda la sala se pone a aplaudir y gritar fué impresionante y así cada vez que en pantalla aparecía el nombre de los actores que han ido encarnando al Doctor.
Solamente había visto una vez el especial del 50 Aniversario pero esta segunda vez lo disfruté mucho más porque me fijé en detalles que no había visto la primera vez y seguro que si lo veo una tercera o cuarta vez aparecerán muchos más detalles que me pasaron desapercibidos.
Cabe destacar varios momentos: cuando aparece Tennant con su grito de guerra "Allons-y"; la complicidad entre Tennant y Matt Smith; todos los besos que se marca Tennant (es un galán de los pies a la cabeza); el que se refieran entre ellos como el chico de la pajarita, de la barbilla, de las playeras; cuando se le aparece Billie Piper al Doctor de la Guerra y luego él dice que ha estado hablando con alguien que se hace llamar "Bad Wolf" y la cara que pone Tennant al escuchar ese nombre; el que el Doctor de la Guerra se tire todo el episodio pidiendo un botón rojo provocando muchas risas entre los asistentes por lo visto con los botones en el episodio del cuarto Doctor...
Pero hubo algo que hizo que absolutamente todos comenzásemos a aplaudir y a pegar gritos de alegría. Y es que hay que ver lo que es capaz de provocar una simple mirada:


Foto robada a http://delpapelalaeternidad.blogspot.com.es/

En ese momento quedó más que claro que todos tenemos muchas ganas de que comience la nueva temporada y, lo que es más, que tenemos muchas ganas de Capaldi.
No sé cómo los Whovian vivirían el momento del cambio entre Tennat y Matt Smith en su momento pero con Capaldi se ve claramente que la gente tiene muchas ganas de verlo en acción. A mí, personalmente, me costó acostumbrarme a Matt Smith pero poco a poco se supo ganar mi cariño con esos capitulazos que tiene.

Lo bueno de eventos como éste es que te das cuenta que no estás solo, que hay mucha gente que se emociona como tú viendo estos episodios y lo mejor es que conoces a gente con tus mismos gustos y quién sabe, puede ser el comienzo de una buena amistad.

Ahora los Whovians nos hemos quedado con ganas de más (que seguro que lo habrá) y esperamos ansiosos el próximo evento para disfrutar juntos de nuesto Doctor favorito así que desde aquí le doy las gracias a los organizadores de la Alicantardis porque han creado algo muy grande ^^

¡Nos Pitufamos!

miércoles, 12 de febrero de 2014

Hey nena...

Buenas pre-tardes queridos Pitufines:

Hoy me he levantado con ganas de Jaime Urrutia, de su voz tan peculiar, de su "camino a Soria", "del calor del amor en un bar" y de sus colaboraciones

Mira que habia escuchado esta canción veces pero no me había parado en apreciar el momentazo Loquillo. Ahora cada vez que escucho esta gran canción no puedo evitar soltar una carcajada.
Porque hay veces que necesitas que otros pitufos te hagan ver las pequeñas grandezas que están ahí pero que no habías reparado en ellas.
Me gusta que me hagan apreciar estas pequeñas tontunas



"Hey nena, he pasado tanto, tanto tiempo buscándote 
y la ciudad es tan grande pero tu amor tan pequeño"


¡Nos Pitufamos!


lunes, 10 de febrero de 2014

La hipocresía en 140 caracteres

Buenas tardes queridos Pitufines:

Huele a chocolate a distancia, los unicornios dejan un halo de corazones y arco iris a su paso, los escaparates están repletos de corazones y Cupido estos días tiene más trabajo de lo habitual disparando sus flechas del amor a diestro y siniestro porque San Valentín nos está esperando a la vuelta de la esquina.

Ohhhhh!! L’amour!!! Mon cour!!! Ma petite chérie !!



Sí, el viernes es el día de los enamorados y seguramente, durante estos días nos encontraremos con miles de comentarios de seres que odian esta festividad porque es un invento de El Corte Inglés.
Sinceramente, no es una fiesta que me agrade porque (y aquí viene el topicazo) el amor se tiene que demostrar todos los días y no uno en concreto pero bueno tampoco hay que dramatizar ni poner el grito en el cielo.

¿Sabéis? Me hace mucha gracia la gente que dice que es un día muy comercial, que es comprar por comprar y el topicazo anteriormente escrito, pero seguro que cuando llegue el día 14 esa misma gente indignada con esta sociedad capitalista subirá una foto a Instragram (porque si no tienes Instagram tienes una vida mísera), con lo que le ha regalado su pareja y diciendo lo mucho que le quieres porque, seamos sinceros, no vas a decirle que se meta el regalo por donde le quepa. Lo vas a coger con sumo agrado y te vas a dejar tus principios en la puerta.

Y al igual que pasa en San Valentín pasa con la Navidad.
Lo siento, pero es que me saca de quicio estos modern@s de hoy en día que se pasan el día quejándose con 140 caracteres de todo lo que nos rodea.
Mucho quejarse pero no he visto a nadie que ponga "No me gusta la Navidad, es comercial y por eso he rechazado el regalo que me han hecho porque no quiero entrar en ese juego".
Es mucho más divertido recibir que dar, ¿verdad?

Las redes sociales nos han dado cosas muy buenas pero también es verdad que saca la parte más nazi de cada uno.
Parece que no, pero 140 caracteres da para decir muchas tonterías y, sobre todo, para alardear de tus principios, principios que caen por su propio peso al día siguiente con un zas en toda la boca.

En fin queridos Pitufines, disfrutemos de la vida, de estas festividades odiosas que a mí tampoco es que me agraden pero sirven para salir un poco de la rutina y eso de vez en cuando también es de agradecer. Así que, si no tenéis pareja, no pasa nada, se puede celebrar igualmente porque se puede estar enamorado de la vida o simplemente porque quieres a tus amigos y te apetece regalarles una piruleta con forma de corazón.

¡Nos Pitufamos!

lunes, 3 de febrero de 2014

Sangre en los oídos

Buenas noches queridos Pitufines:

Como ya os habréis dado cuenta por las últimas entradas, he estado en modo “ciclo Albert Espinosa”.
¿Conocéis esa frase que dice “lo poco agrada y lo mucho cansa”? Pues creo que se puede aplicar perfectamente a este señor.

Albert Espinosa es un hombre que pasó parte de su adolescencia en un hospital luchando contra el cáncer, lucha que, por suerte, gano él.  Este hecho fue muy importante en su vida y en sus libros queda constancia de ello.

Albert Espinosa sigue el mismo patrón en cada uno de sus libros:
      - Madres sabias que te dan los mejores consejos de tu vida.
- Enfermedades (cáncer, alzhéimer)
-  Familiares muertos (a causa de la enfermedad o por accidentes de tráfico)
Consejos, consejos y consejos.
- Carencias afectivas.
 Familias desestructuradas.
- Narración en primera persona.
- Hechos en el presente que te dan una vuelta por el pasado hasta llegar a la conclusión final
- Ideas que se repiten una y otra vez (amarillos, perlas…)
Y así nos podríamos pasar el día entero.

Analicemos los datos más curiosos de cada uno de sus libros.

“El mundo amarillo” se trata de su primer libro. Está a caballo entre autobiografía y libro de auto ayuda pese a que él deje claro en todo momento que no se trata de un libro de este género, aunque seguro que más de un lector lo ha llevado por ese camino y lo cierto es que tampoco es de extrañar porque sí, cuenta su vida, pero también te plantea una serie de pautas para vivir la enfermedad de la mejor manera posible y te regala miles de consejos.

Si hay algo que llama la atención es la osadía al decir que para él la palabra cáncer es sinónimo de felicidad.
En mi humilde opinión, creo que no estuvo nada acertado al hacer tal afirmación.
Sí, debemos tener en cuenta lo de siempre, que el cáncer estuvo presente durante 10 años de su vida, que sus experiencias debieron ser distinta s a la de cualquier adolescente… pero el tuvo la gran suerte de sobrevivir y eso es algo que no todos consiguen.
Si alguna vez tengo que volver a ver la las palabras cáncer y felicidad juntos, espero que sea porque se ha encontrado una cura, de lo contrario, no lo entiendo.

Del resto de libros ya he ido haciendo entradas a lo largo de dos semanas así que seré breve (o eso espero)

“Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo”
Yo no sé cómo será la relación con vuestra mamá pitufa pero eso de hablar de sexo continuamente con tu madre/padre… llamadme rara, pero a mí me resulta muy incómodo.
Como Pitufa, no me veo con 14 años, en plena pubertad, en pleno desarrollo, dándome un baño con papá pitufo… me parece un tanto fuera de lugar.
Lo que me encanta es la forma en que Albert intenta justificarse (lo que hará en más de una ocasión)  pero por mucho que lo intente, la imagen de un chico de 14 años (que se pasa la pubertad dándose cariño como los monos) bañándose con su madre, me parece sórdida a la par que desagradable.
Llamadme Pitufa loca si queréis, pero mí no entender.

“Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven”
Albert está obsesionado con la relación entre un chico y un adulto.
El primer ejemplo es cuando Dani entabla una relación de unas horas con su compañero de habitación del hospital. 
Sólo diré una cosa: faros. 
Todos sabemos la forma que tienen los faros, ¿verdad? Pues creo que no hace falta que diga mucho más. Bueno, en realidad sí. ¿Os fiaríais de un hombre que, además de tener fotos de faros, os cuenta que entró a trabajar en una tienda porque se enamoró de un maniquí,  que le cambiaba de ropa porque no quería que otros la vieran desnuda y que cuando cerraba la tienda se ponía a bailar con él?
Vale que el amor es ciego pero no creo que se diferencie mucho la relación con el maniquí con la que se pueda tener con una muñeca hinchable.

Y por otro lado tenemos al amigo que hace cuando Dani huye hacia la isla de Capri en barco. Estoy en ese barco y veo que un hombre con un saco de boxeo se acerca a un niño que está solo y, lo siento mucho pero llamo a la policía. Y si a eso le añadimos que le lleva a su casa, bajan al sótano, se acerca por detrás sigilosamente y le presta su saco de boxeo…
Creo que Albert Espinosa tiene que tener algún tipo de trauma porque todo  esto es muy pederasta.

“Brújulas que buscan sonrisas perdidas”
En esta ocasión Albert no se conforma con que uno de los personajes tenga una enfermedad (cáncer, ¿qué otra podía ser?), ¡¡ sino que tiene dos!!
Si el cáncer no es suficiente le añades alzhéimer y ya es la felicidad absoluta (¬¬)
Pongámonos en situación.
Una familia formada por papá, mamá y cuatro hermanos (dos de ellos mellizos aunque más tarde nos enteraremos de que no es del todo así). Mamá tiene una enfermedad en la sangre que han heredado los hijos y esta enfermedad hace que caiga mareada al suelo en muchas ocasiones pero pasado un minuto aproximadamente se vuelve a levantar.
Mamá está mal y opta por la eutanasia. Para que sus hijos no se enteren de lo que va a hacer papá tiene la brillante idea de fingir que uno de los hermanos ha robado el anillo de mamá provocando un enfrentamiento entre hermanos que sembrará el odio entre ellos y entre su padre.
Si no es esta la mejor técnica de distracción del mundo que baje el Dios Pitufo y lo vea.

Seguramente me deje muchas cosas en el tintero pero es que si analizamos bien cada uno de los libros de Albert Espinosa, da para un libro.

Toda esta parrafada es la conclusión de haber leído todos los libros de golpe.
Por eso digo que lo poco agrada y lo mucho cansa porque si entre libro y libro dejas cierto período de tiempo lo disfrutas mucho más y si los lees todos de golpe el resultado es el que estáis leyendo fruto de la saturación.


Igualmente son libros recomendables y comentándolos entre amigos la verdad es que te echas unas buenas risas y eso no lo cambio por nada.

¡Nos Pitufamos!