Saturación.

Buenas noches queridos Pitufines:

Y pongo buenas noches porque será el momento en el que publique este post pero lo cierto es que es medio día y acabo de terminar, por segunda vez, el primer libro de Albert Espinosa que leí.

Lo cierto es que no sé porqué insisto en hacer este post porque ya llevo dos intentos y el portátil me da largas bloqueándose constantemente, ¿tendré que hacerle caso?

La verdad es que se está comportando como yo porque ahora mismo, pese a estar escribiendo, estoy bloqueada.

Creo que me he saturado Albertespinosamente. 

“Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo”

Como he dicho antes, fue el primer libro de Albert Espinosa que leí y he de reconocer que en su día me gustó. No es que ahora no me haya gustado porque la idea desde la que parte la historia es buena, pero le falta desarrollo.

“Marcos vive en un mundo en el que gracias a una inyección puedes dejar de dormir para siempre.  Él nunca se había planteado este cambio en su vida hasta el día en el que muere su madre y se da cuenta de que ya nada tiene sentido y compra la inyección.

Marcos está a punto de inyectarse ese medicamento que hará que pase el resto de sus días despierto cuando desde su ventana ve a alguien en medio de la Plaza de España.

Ella, es ella. No puede parar de contemplarla, sigue con la mirada cada uno de sus movimientos, está anonadado… Suena el teléfono. Le cuesta reaccionar pero llega a descolgar el teléfono. Alguien le requiere… requiere su don.”

¡Qué bonica me ha quedado la sinopsis! Porque tengo que decir que los libros de Albert Espinosa no tienen sinopsis, sino frases sueltas.

“Todo lo que podríamos…” fue el inicio de sus más de lo mismo. Una historia narrada en primera persona, la muerte de una persona muy querida por él (su madre, que mejor no comento nada de ella porque se pasa el día hablando de sexo, sexo, sexo y ha habido un momento en el que he pensado “esta mujer es una aprovechada de mucho cuidado” y bla bla bla) que va rememorando a lo largo del libro con sus consejos, forma de ser…

De todos los libros de Albert Espinosa creo que éste es el más original.

La historia con la que comienza, que es la de dejar de dormir, es muy buena y podría haberle sacado mucho más jugo, pero queda en un segundo plano a raíz de la llamada telefónica que le realizan.

Por cierto, no os he contado porqué le requerían

Veréis, Marcos tiene un don muy especial y es que cuando él quiere puede mirar a una persona y ver los 12 momentos más importantes de su vida. En este caso, la llamada es para saber más de alguien o más bien de un “extraño” y es que ha llegado a la tierra el primer extraterrestre y él va  a tener la ocasión de estar en contacto con él gracias a su don. 

Pero el extraño no ha venido por casualidad, eso lo dejaré para sorpresa de los lectores (no es plan de despedazar todos y cada uno de los entresijos del libro) sino que también le revelará algo muy importante a Marcos: hay vida después de la muerte. Cuando morimos nos vamos a otro planeta y comenzamos una nueva vida y así hasta pasar por los seis planetas que hay y quedaros con el que nos haya resultado más feliz. Puede que ahora no le veáis el sentido pero tiene que ver con ese flechazo que ha tenido Marcos al ver a la chica de en medio de la plaza de España.

En fin, la verdad es que la idea de no dormir, el ir a otro planeta cuando morimos son temas muy suculentos pero lo triste es que no le saca partido y va liando una cosa con la otra.

Cambiaría el nombre del libro por “Lo que podría haber sido este libro de no haberme hecho la picha un lío por tanto hablar de sexo”

Igualmente, como en el fondo le tengo cariño a Albert Espinosa, lo recomiendo como lo que yo llamo, libro de transición ^^

Y lo dejo estar porque son casi las doce y media de la noche y escribo entre publicidad y publicidad.

Disfrutad de la lectura en general porque es uno de los mayores placeres de la vida, junto con el dormir, así que espero que nunca se os pase por la cabeza el poneros una inyección para dejar de hacerlo porque no hay nada mejor que despertar con alegría para ver que nos deparará el nuevo día.

¡Nos Pitufamos!