martes, 8 de enero de 2013

Yo, mi, me... contigo

Buenas noches queridos Pitufines:

¿Sabéis de ese tipo de lectura que se suele escoger cuando se viene de leer un libro largo o denso?
Pues de uno de ellos voy a hablar.

Siempre me pasa que cuando leo un libro un tanto largo, aunque me haya gustado, siempre necesito coger uno que sea cortito, fácil de leer y a poder ser de humor y qué mejor que para eso echar mano de David Safier

En este caso se trata de "Yo, mi, me... contigo"


"Rosa, nuestra protagonista, es la típica mujer mediocre a la que le sale todo mal en esta vida y en el tema del amor no íba a ser menor. Su ex pareja, a la que todavía quiere, se va a casar con otra persona y eso la hunde todavía más en la misera. Un día, mediante hipnosis, es transportada al pasado para encontrarse con su yo del pasado y así también descubrir qué es el amor verdadero. La suerte hace que se meta en el cuerpo de un hombre, pero no un hombre cualquiera. Se trata del mismísimo William Shakespeare. Hasta que Rosa no consiga adivinar qué significa el amor verdadero no podrá volver al presente y este descubrimiento tendrá que hacerlo compariento cuerpo con Shakespeare y viviendo muchas aventuras que, al principio, no serán nada agradables para ambos."

David Safier sigue utilizando ese humor que tanto gusta a sus seguidores y esa sencillez a la hora de escribir que hace que la lectura se haga amena y no quieras parar de leer.

Además, cuenta con algo más a su favor. Siempre usa a mujeres como protagonistas de cada una de sus novelas, pero estas muejeres siempre tienden a ser un tanto mediocres, con mala suerte en el amor, una vida rutinaria, treintañera, con un físico del montón... vamos, que por narices todas las mujeres acaban sintiéndose identificadas con el personaje en algún momento.

Otra de las cosas que llama la atención es que, a lo tonto a lo tonto, no deja títere con cabeza. Si en "Jesús me quiere" a la protagonista no se le ocurre otra cosa de enamorarse de Jesús, ahora le da por ridiculizar a Shakespeare pero siempre desde el respeto. Coge al hombre más respetable del mundo que Safier va y le da la vuelta de tal forma que consigue convertirle en el ser más normal del mundo y olvidarte de la importancia de la figura.

Lo único que no me ha convencido mucho es que al final me ha recordado a la típica serie americana de finales de los 80 principio de los 90 que te da ese mensaje de ética moral.

"No se velará nuestro eterno estío
ni nuestra sonrisa caerá en declive
ni irá la muerte a hacernos avío,
pues siempre el vigor que en nuestra alma vive
cautivará a quien mire con resuello
y pervivirá y nosotros con ello."

Por lo demás, un libro muy divertido, fácil de leer y para pasar un rato la mar de agradable.
Y para terminar una comparación que me hizo bastante gracia:
Hablar de los sentimientos es como vomitar. Al principio es desagradable, pero luego se siente alivio

¡Nos Pitufamos!