Hoy quiero hablar de dos libros que, sin lugar a dudas, han sido una revelación.
Hacía tiempo que una novela histórica no me hacía disfrutar tanto.
En primer lugar hablaré del primero de los libros que se llama "Te daré la tierra"
En ella Chufo Lloréns nos hace partícipe de unos hechos que se sucedieron en la Barcelona del siglo XI.
"Un joven campesino llamado Martí Barbany procedente de Ampurias se adentra en las murallas de Barcelona para conocer el legado que le dejó su padre tras su muerte y al que apenas conoció. Cuál es su sorpresa cuando, de la mano de un gran amigo de su padre, el arcediano Eudald Llobet, pone a su disposición la gran riqueza que le ha sido heredado gracias al esfuerzo de su padre.
Este acontecimiento sigue con un cambio en la vida de Martí que, gracias a su carácter, su pronta amistad con el arcediano y a la cantidad de gente influyente que éste conoce por tierras barcelonesas, le embarca en un viaje que conseguirá hacer de él un gran mercader.
Sin embargo, en su camino también se cruzará Laia, la hijastra de Bernat Montcusí, un poderoso y codiciosos consejero de la corte condal. Martí se enamora de la doncella pero Bernat Montcusí no está dispuesto a ofrecerle a su hijastra si no obtiene algo a cambio.
Para conseguir ser alguien digno del amor de Laia a ojos de su padrastro, emprende un viaje comercial a Ultramar con el fin de conseguir, gracias a todos y cada uno de sus logros, ser nombrado Ciudadano de Barcelona y conseguir el amor de Laia, tarea que no le será nada fácil."
Decir que se trata de una novela histórica en la que se relatan los hechos de lo acontecido en Barcelona durante el reinado de Ramón Berenguer I pero, sobre todo, no hay que olvidar que se trata de una novela.
El protagonista, Martí Barbany, no existe en sí, pero está inspirado en la vida de Ricard Guillem un caballero de gran importancia en la Barcelona del siglo XI
Animo a quién algún día se pare a leer estas palabras a disfrutar de esta gran novela porque, sin duda, lo hará y, si le gusta, irá corriendo a por la segunda parte de la que hablaré otro día.
¡Nos Pitufamos!
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